Aunque me inicié en los reportajes de boda en la década de los 90, en plena época analógica, debo decir que entonces era un trabajo de supervivencia, de esos trabajos que haces para pagar la cuota de autónomo, realmente no las sentía tan profundamente, he tocado todo tipo de clase social, desde bodas para parejas muy humildes hasta parejas más bien acomodadas, pero mi evolución, como la evolución de toda persona con el paso del tiempo y, añadiendo la evolución tecnológica, debo decir que ahora sí, ahora sí disfruto fotografiando, cuando te haces mayor miras el mundo de otra manera, desde un punto de vista fotográfico, ahora mismo tengo orgasmos, mi dominio es tal que los nervios han desaparecido por completo, sin embargo, el estrés no, ya que soy muy intenso y la concentración es puro estrés controlado.

Debo decir que no voy a mostrar muchas bodas, primero por que las analógicas no las voy a escanear, era otra manera de trabajar, otras bodas no representan para nada el modo en el que trabajo actualmente y otras, simplemente no puedo publicarlas pues no me dan su consentimiento. Pero para hacerse una idea de como más o menos trabajo muestro esta boda, reeditada el 2024 y completamente en blanco y negro, lo curioso es que cuando la hice (en 2014) la presenté en color y una pequeña parte en monocromo, quizás me equivoqué, a día de hoy estas cosas ya no me pasan, mi grado de madurez es tal que ya sé ver qué debe mostrarse  y, como me he convertido en un especialista del blanco y negro, muestro este trabajo así, obviamente me encanta el color...

Así pues, a día de hoy considero que podéis contar conmigo para la realización de reportajes de boda, hoy más que nunca, los resultados serán mejores que los mostrados pues el equipo ha cambiado y da mucha más calidad, es lo que tiene ser fotógrafo y que se mejora día a día, ser evolutivo te lleva a ello, estoy muy satisfecho de mi trayectoria y mucho más satisfecho ahora pues los resultados, para mi gusto, son brutales, eso sí, no soy de hacer posados superficiales y primo la naturalidad, obviamente hay los posados tradicionales pero sin pasarse, me gusta el reportaje clásico, mostrar el ambiente del momento y no convertirlo en un cuento de hadas, más bien y como hago con todo, convertirlo en un maravilloso recuerdo para siempre.

No soy un cazador furtivo de bodas, he dejado pasar muchas, pues soy selectivo y, además no tengo tanto tiempo disponible ya que los fines de semana suelo estar muy ocupado, pero de vez en cuando ofrezco mis servicios, por que soy bueno en lo que hago y romper con la rutina también lo necesito y una boda, puede ser una buena manera de hacerlo. Suelo trabajar con los precios establecidos, los precios tradicionales que van de 1.500 a 2.000 € aunque propongo opciones más elevadas y ofreciendo un trabajo muy exclusivo, que va mucho más allá de un simple álbum. No hago video pero puedo ir acompañado de un videógrafo si está disponible, sí, una de las cosas que no me gustan es no conocer al videógrafo y eso me ha pasado en alguna boda, pues algunos no saben respetar los espacios y la parte que me toca en cierto modo sale perjudicada y, lo peor de todo es que una vez los casados tienen el vídeo montado, se lo van a mirar una o dos veces, mientras que el trabajo fotográfico es mucho más versátil y mucho menos cansino, conclusión, si no hay videógrafo de por medio, mucho mejor para mi y sobretodo para ese álbum y conseguir lo ya dicho anteriormente, tener un maravilloso recuerdo de este momento para toda la vida.

¿Te apetece que te haga ese reportaje fotográfico conmigo? Hablemos y miremos que podemos hacer, si un reportaje sencillo y eficiente o una especie de obra de arte, por que la Fotografía es arte y se puede mostrar como tal, ir más allá de un simple álbum.

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